Como todos los años, aunque
esta vez con un poco de retraso, recién he terminado de escribir la carta
a los Reyes.
En realidad, este año, son dos las que he
escrito. Una para el rey de España y otra para los Magos de Oriente.
Al rey le he pedido que se vaya, que abdique, y le deje el
trono a su heredero. Y lo he hecho por varios motivos.
Y es que aquello de
que “me he equivocado; no volverá a suceder” pues está muy bien reconocerlo pero no puede servir de salvoconducto cuando los
errores se suceden un día sí y otro también.
La triste realidad es que uno no
ve al Rey en condiciones de seguir desempeñando las
funciones que le confiere la Constitución. Con 75 años a cuestas yo creo que el
Rey además de viejo, también está agotado. Ya no puede aportar más a nuestro país. Y
esto se ha visto de sobra en los últimos tiempos. Da la impresión de que el
obsceno asunto de Urdangarín y señora lo ha dejado noqueado y está ya
fuera de combate, groggy. Y en
estas condiciones lo natural y lo más ético es dejar paso a la juventud y dedicarse a aconsejar a su heredero. Para
esto último sí que creo que don Juan Carlos puede ayudar.
Pero es que además hay que tener
presente que el rey, don Juan Carlos, es el Jefe del Estado español y, lejos de ejercer dicho honor lo que hace es ENMUDECER ante los continuos desafíos que se le lanzan desde todas las esquinas.
No entiendo que cuando más difíciles
están las cosas en nuestro país el Rey pase olímpicamente (como TODA la
subclase política) de TODO durante meses limitándose, cuando llega la Navidad y tiene la ocasión de dirigirse a todos los españoles, a contemporizar pasando definitivamente de TODO para no decir
absolutamente NADA de los temas que a TODOS los españoles nos interesan. Corrupción,
ausencia de democracia y elefantiasis pública congénita.
¿Qué pasa con la galopante corrupción política que se ha
apoderado de este país? ¿Qué sucede con la alarmante pérdida de derechos de los
ciudadanos aplastados por una burocracia aberrante? ¿Es que a NADIE le atañe poner freno a la desunión que
se ha iniciado en algunas zonas de España como Vascongadas y Cataluña donde
terroristas e independentis -tas campan a sus anchas vulnerando la ley sin que
absolutamente NADIE les tosa? Ni el supuesto presidente del gobierno, ni el sospechoso fiscal general del estado, ni
jueces ni político alguno quieren mojarse.
¿Dónde está el presunto
prestigio que se le atribuye
al Rey de España? ¿Será que todos
estamos ciegos en este país para que los
únicos que lo valoren sean los mandatarios extranjeros? ¿O es todo una
comedia premeditada por la Casa Real que
sólo ellos se creen?
¿Será acaso que el Rey
no se ha atrevido a hacerlo porque él y
parte de su familia (de la que excluyo a la reina, doña Sofía, entre otros) no han dado el ejemplo que
debieran últimamente? En este caso la
mujer del Cesar no solo parece la más profesional. Lo es, sin ninguna duda
pero es el Cesar el que falla. ¿Para eso necesitamos a un Rey que no ejerce
pero que se lleva cada año más de 8 MM de euros?
En España parece que tienen que ser siempre los ciudadanos de
a pié los únicos que vean la realidad de la situación; que se apunten las
soluciones pero que NADIE ABSOLUTAMENTE NADIE tome nota de lo que la INMENSA
MAYORÍA sabemos.
¿Qué sucede, pues?
Está claro, clarísimo. Que a la familia real no le afectan TODAS las
condenas que ya sufrimos todos los españolitos a principio, a mediados y a
finales de año (luz, agua, pan, Iva, Irpf, Ibi, transportes, carburantes, autopistas, tasas etc.). Tampoco
les preocupan que la antigua y fuerte
clase media española esté siendo literalmente aniquilada y que la pobreza esté llamando a la puerta de
los más indefensos que siempre son los
que tienen que pagar los mismos
platos que otros
rompen cada cierto tiempo.
Y de la galopante corrupción
política a TODOS los niveles (estatal, autonómica, municipal,..) tampoco NADIE
se atreve a decir una sola palabra.
Le recuerdo, Majestad,
que su hija Cristina y marido saben lo suyo sobre este tema. Ha pasado un año y
ambos no se dan por aludidos. Joder, ya está bien de tanta tomadura de pelo.
¿Cuánto tiempo va a durar la instrucción
de este flagrante caso de corrupción (abuso de poder, tráfico de
influencias, recomendaciones, falsificación de documentos, estafas, fraude
fiscal y un etc. Cuasi infinito) que tan
DIRECTAMENTE LE HA AFECTADO? Recuérdese que la popularidad de la monarquía
española está, en estos momentos, bajo mínimos. Y el escaso crédito del que
ahora dispone tiene un responsable directo. Evidentemente este es el Rey que
primero condena a su yerno por sus prácticas MAFIOSAS pero excluye a su
queridísima hija, Cristina, la tonta.
Y, ¿qué pasa con la progresiva falta de libertades en zonas como el País Vasco o
Cataluña? ¿No se ha dado cuenta el Rey de España de que en estas zonas de España se está retrocediendo
de una manera intolerable? ¿Es que se puede mirar para otro lado durante más de
30 años? ¿Cuándo se van a tomar cartas en estos asuntos? ¿Acaso se ha
conseguido algo con la política del avestruz? Entonces, ¿a qué está esperando
el Rey?
La historia está ahí para algo. A uno le hace mucha gracia lo
que muchos ignorantes predican sobre las bondades de la república. Pero vamos a
ver, ¿cuándo ha funcionado la república en este país? En NINGUNA de las dos
ocasiones en las que se ha proclamado. Esto es
una realidad INDISCUTIBLE. Por lo tanto, no puede olvidarse el pasado so
pena de volver a tropezar en las mismas piedras. Tipical spanish.
Es de suponer que el ministro de
Hacienda, Cristobalito, el chulito, no hace público esa lista de mafiosos que
maneja por miedo a que le muevan la poltrona. Cristobalito amenaza, su jefe calladito (no
vaya a ser que los PUJOL y cía. se den por aludidos) y su Majestad ni sabe ni
contesta porque está claro que su yerno
y su hija no se pueden ocultar bajo
el manto de la monarquía. Ambos deberían
estar hace ya mucho tiempo en la cárcel. Pero Vd., Majestad, predica en lugar
de EXIGIR que se cumpla la legalidad.
En consecuencia, visto lo visto,
España sigue enferma sin pronóstico alentador ni a corto ni a largo plazo.
Digan lo que digan quienes saben de sobra cuál es la causa de la gravísima crisis que estamos viviendo.
No se trata de la tendencia española
a la fiesta y al ocio como piensan en
Bruselas. Ni la inflexibilidad de los alemanes (Merkel) como algunos
politiquillos aseguran. Las causas de
esta crisis asfixiante tampoco tiene nada que ver con los
salarios (un 60% de los trabajadores
españoles ganan menos de 1.000 € al mes); ni con las pensiones (la media es de
780 €: el 65% de la media europea); ni
con las pocas horas de trabajo. La razón de la enfermedad de España está en el
MODELO DE ESTADO INVIABLE IMPUESTO POR UNA OLIGARQUÍA DE PARTIDOS EN CONNIVENCIA CON LAS PODEROSAS
MINORÍAS FINANCIERAS Y ECONÓMICAS.
Todos sabemos que en España ni existe separación de poderes, ni independencia
judicial ni los diputados representan a los ciudadanos sino a los partidos que
los ponen en sus listas. Por supuesto que hay que imponer un control y llevar a
cabo los recortes necesarios después del despilfarro masivo de la era Patatera.
Pero eso no significa que solo se tenga
que incidir en la desmesurada subida de impuestos a la clase trabajadora y los descomunales recortes sanitarios y educativos.
Todos sabemos que en España hay
gastos y despilfarros infinitamente más relevantes que se deben evitar. El
propio sistema político es insostenible por ineficaz y corrupto. El sistema
autonómico actual es inviable con todos los organismos multiplicados por 17
(desde 17 agencias meteorológicas a 17
defensores del pueblo) pasando por las más de 200 embajadas, 50 canales públicos de tv (TODOS con pérdidas), 30.000
coches oficiales (más que en EE.UU.), 4.000 empresas públicas que emplean a más
de 500.000 parásitos creadas para ocultar deuda y colocar a
familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos
120.000 millones de €, equivalentes al 11,4 % del PIB que se despilfarran
anualmente en un sistema de
nepotismo, corrupción y falta de
transparencia.
Esto es lo que pensamos algunos
españoles con sentido común. Pero la “democracia española” aunque emana del pueblo está
secuestrada desde su nacimiento por la partidocracia. Es decir la política es
el negocio de los políticos y estos, en ESPAÑA, son INTOCABLES. Pues, adelante
con los faroles…
En cuanto a los Reyes Magos, como siempre, no tengo ni una
sola crítica para ellos. Conmigo siempre se han portado magníficamente. Estos
Reyes sí que son manifiestamente coherentes. Y esto es lo ÚNICO que uno le pide
a los que no son magos. Por encima de ideologías yo sólo apelo al sentido
común y
a la lógica aristotélica. Es lo mínimo exigible. Aquí y en cualquier
otro lugar.
Vigo, 4 de
Enero de 2013 José
Miguel Pérez Seijo.
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