OTRO PAYASO CATALAN

Sr. Director General de “La Caixa”

Muy señor mío:
Como cliente, por el momento, de la entidad que preside, ante el negro panorama socioeconómico y político actual, plagado de incertidumbres evidentes y el peor futuro que uno intuye, quisiera poner en su conocimiento las razones que, en mi opinión, justifican de sobra, las decisiones que, paulatinamente, voy a adoptar en el futuro inmediato.
En primer lugar quiero que sepa que el hecho de ser cliente de La Caixa desde hace un buen número de lustros no es por ningún tipo de simpatía ni hacia esa entidad ni hacia la autonomía en la que tiene su sede. Se debe, exclusivamente a dos razones: La primera es práctica, por la proximidad física a mi domicilio y la segunda es mucho más profunda y filosófica; se debe al hecho de descartar, desde siempre, a los bancos por razones que no vienen al caso.
Cierto es que, hasta hace bien poco tiempo, ni me había planteado todo lo que sigue. También es verdad que NUNCA me han caído bien los catalanes de Catalonya.
La verdad es que uno siempre espera que las cosas cambien para mejor pero casi todos estamos demasiado absorbidos por las circunstancias y siempre hay árboles que no te dejan ver el bosque. No obstante, pensando y reflexionando se puede ver la realidad. Y esta realidad, lejos de mejorar, como algunos pretenden insinuar, empeora. ¡Y de qué manera!
Los políticos se reparten el dinero de todos entre ellos y los bancos. Estos, a su vez, lo dilapidan en sueldos estratosféricos, pensiones vitalicias escandalosas a sus dirigentes por su catastrófica gestión e inversiones sin ningún sentido. Y al final TODOS nos estafan veinte veces y nos roban diariamente con comisiones, subidas de impuestos improcedentes, despilfarros indecentes de todo tipo, palabras necias y engaños a derecha e izquierda. ¿Es que nadie hay con sentido común?
Verá Vd. Dentro de muy poco tiempo accederá a la Generalitat un presidente que o es un ignorante o es un extremista político o, tal vez, ambas cosas. Y son los catalanes, todos Vds., los que le han dado el OK para que ese personajillo se siente en tal poltrona.
Y uno se pregunta ¿cómo es posible que alguien como ese sujeto pueda estar al frente de un gobierno? Me estoy refiriendo, claro está, a un tal Artur Mas.
Un tipo que no sabe distinguir entre autonomía, país, nación y estado.
Un tipo que se declara abiertamente partidario de la independencia de Cataluña.
Un tipo que consiente primero (en la oposición) y supongo que impondrá, discriminará y sancionará después a los que no hablen ni escriban lo que él y su piara quieren oír o ver en esa parte del estado.
Un tipo que sólo parece entender de comisiones (3%) y de apoyos indecentes al actual inquilino de La Moncloa, el NECIO nº uno, de este desconocido país llamado España. Dios los crea y ellos se juntan y autodefinen.
Un tipo que se salta las normas más elementales de la democracia, la convivencia y que ni entiende la propia Constitución. Es decir, un dictador disfrazado de zote que acabará asaltando la entidad que Vd. preside. (Desconozco si bien o mal, pero me inclino más por esto último).
Cada uno tiene lo que se merece. Esto está clarísimo. Y si los catalanes han elegido a semejante cantante para que les represente ya demuestran su bajísimo nivel intelectual.
Pero hablemos de más motivos por los que voy a dejar de ser el mismo cliente de La Caixa que hasta el momento.
Por si no fuesen suficientes los argumentos anteriores y porque temo por mis propios intereses, con tanta golfería y pasotismo, le diré que pienso retirar paulatinamente mis fondos de su entidad y ponerlos a cubierto y lejos de lobos hambrientos y rabiosos. Supongo que si queda una entidad saneada y fiable la encontraré. En caso contrario disfrutaré de ellos, ya. Esto es lo inteligente y no perderlos en el “extranjero”.
Y créame que lo siento porque las personas con las que trato en mi oficina de La Caixa en Vigo son excelentes profesionales, todos.
Pero la vida es así de dura y yo no aguanto determinados excesos de los que ninguno de esos profesionales son responsables. Vd. sí lo es. Ellos no.
En consecuencia, como todo tiene un límite y he perdido ya la confianza que me quedaba en su entidad sólo me resta desearle que si así lo quieren Vds. se les conceda, cuanto antes, la independencia total y absoluta que tanto ansían. Por mí que no quede. Desde ya mismo “voto” por ello. Y adiós, muy buenas.
Sin otro particular,

Fdo.: José Miguel Pérez Seijo
Vigo, 18 de Diciembre de 2010 Avda. Alcalde Portanet, 13-2º, 36210-Vigo