lunes, 2 de agosto de 2010

A/A DEL ILUSTRISIMO SR. D. JUAN ESPAÑOL BATANEGRA, MAGISTRADO JUEZ DE INSTRUCCIÓN Nº 3X DE LOS DE MADRID
A pesar del encabezamiento de este escrito pretendo dirigirme a Vd., única y exclusivamente, como ciudadano y como tal le diré que a mis 55 años no creo en la justicia española, ni antes ni después de mi primera y espero que última experiencia en su juzgado nº 3X de Madrid.
Ahora, si cabe, lo tengo muchísimo más claro, después de comprobar, con estupor y sorpresa, su viciado funcionamiento.
Y es que cuando se despachan juicios y sentencias a la manera que el churrero hace lo propio con su mercancía, es evidente que este, el nuestro, no es un estado de derecho. Por esta y muchas otras razones. Pero ello no es ninguna novedad para mí desde el mismísimo día que un necio, que no trabajó en su vida está, para mí irregularmente, al frente de un “gobierno progresista”, sectario, rancio y vergonzoso desde el primero al último de sus “elementos”. Fuerte con los más débiles, dictador de normas inconcebibles y que se dedica a negociar con asesinos profesionales a los que recurre para tratar de sacar algún rédito político cuando ya no hay más ideas. Es sólo mi opinión.
En cuanto a Vd., D. Juan, le diré que acato, por imperativo legal, su sentencia Nº 1XX/2010, contra mi persona (20 € de multa por llamarle bobo y gilipollas a un aprendiz de guardia civil) pero la considero totalmente injusta y dictada sin el mínimo rigor exigible en estos casos. Lógicamente, también es mi opinión.
Y es que ya en el propio juicio, Nº 1XX/2010, no se me tuvo en cuenta nada más que para sancionarme por el mero hecho de que había un uniforme entre medias.
Pero mi conciencia, muy tranquila, como siempre, me impide la pasividad ante este tipo de hechos, para mí inexplicables, más propios de una dictadura silenciosa y represiva que es lo sufrimos hoy en día en este desconocido país.
Es evidente que puedo equivocarme, pero no creo que ni Vd. ni nadie puedan impedir que diga lo que pienso. Dudo mucho que Vd. haya dictado esa sentencia conociendo toda la realidad de los hechos, así que pretendo detallárselos para que conozca, al menos, mi versión de los mismos por la que, insisto, nadie me ha preguntado.¡Increíble, pero cierto! Esa es la injusticia en estado puro y duro. Es decir, la dictadura silenciosa y represiva.
El hecho de que hubiese un uniforme de por medio creo que ha sido fundamental para Vd. y es ahí donde se equivoca. Porque todos sabemos, menos Vd., que los uniformes no le quedan bien a todo el mundo y en este caso es flagrante que al individuo que lo llevaba le quedaba demasiado grande. Verá Vd.:
Desde hace un tiempo me veo en la necesidad de viajar, casi siempre por vía aérea, desde Vigo hasta Madrid, donde acudo con cierta regularidad, dada la ineficacia del sistema sanitario público que padecemos, últimamente acompañado de mi señora madre, enferma de Alzheimer y abandonada por la Seguridad Social a su suerte, para que en la Clínica López Ibor nos traten a ambos; en mi caso para consolidar mi recuperación de una depresión ya superada, casi definitivamente.
Yo soy un tipo pacífico, tolerante, con cierta educación, que debo al esfuerzo de mis padres, y muy respetuoso con todo el mundo. Le aseguro que no soy ningún follonero, indeseable y, ni mucho menos, un terrorista. Eso sí, ejerzo de ciudadano allí donde estoy y en todo momento. Pero he sido tratado como un terrorista auténtico el pasado día 7 de Enero en la T2 del aeropuerto de Barajas, poco antes del embarque, sobre las 16 h, por parte de un sujeto vestido de uniforme verde oscuro, que parecía un guardia civil (sí, con minúsculas). Y digo esto porque de profesional ni un atisbo, nada de nada.
Durante una hora, más o menos, este individuo estuvo abusando del que suscribe de una manera increíble, con una prepotencia, desprecio y un abuso de autoridad impropias de un servidor del orden, sin percatarse de que es el propio ciudadano el que le da de comer.
Se trataba de un principiante sin aptitud profesional alguna que me faltó al respeto, sistemáticamente y de manera asombrosa por un asunto sin importancia, creo yo, que voy a comentar brevemente.
Por prescripción facultativa debo beber diariamente del orden de 2 litros de agua. Este hecho es el quid del atropello ya que en mi bolsa de viaje llevaba, en ese momento, medio litro, aproximadamente.
Cuando salí de Vigo, en el mismo aeropuerto, descubrieron este hecho al pasar por el filtro de control. Me pidieron explicaciones y, comprendiéndolas, inteligentemente, me dejaron pasar con una botella de agua de 2 l.
No sucedió lo mismo en el regreso a Vigo. En Barajas, al pasar por el filtro, el controlador, muy profesional y extraordinariamente amable me advirtió de que tenía dos opciones. Desprenderme de la botella de agua o dar marcha atrás y beber, en otro lugar, parte de su contenido hasta dejar sólo unos 100ml como máximo. Y esto último fue lo que hice, dejando en la botella una cantidad bastante inferior a esos 100 ml.
Paso, de nuevo, por el dichoso filtro donde esta vez otro controlador, menos profesional e inteligente que el primero llama, sin más, a un guardia civil, el cual, sin mediar palabra y con muy malos modos y educación me arrebata de las manos, violentamente, mi bolsa de viaje saca de ella la botella de agua y la tira a un contenedor. Y ahí empieza mi crucifixión.
Al pedirle explicaciones ese sujeto ejerce de dictador con unos modos y una desvergüenza execrables. Con expresiones como “Cállese o lo detengo”, “Aquí mando yo”, ¿”Es Vd. un chulo”?, “Me está insultando” (si lo hubiese hecho, insultarle, tengo claro que esa noche dormiría en un calabozo, pero al preguntarle por el insulto propelido, se niega a contestarme).
Si la aptitud de este individuo fue nula, su actitud fue todavía más demencial. Lo que está clarísimo es que ambas son impropias de un servidor del orden público que, lo primero que debe mostrar es la tranquilidad suficiente , como cualquier profesional, para desarrollar su labor y entender que las reglas y la ley han de aplicarse, por lo menos, con sentido común. Sin aptitud ni actitud y un sospechoso nerviosismo ese sujeto perdió todos los papeles, si es que alguno tenía y estaba incapacitado, fuera de sí, para actuar coherentemente y, en consecuencia cometió con el que subscribe, error tras error, vejación tras vejación, despropósito tras despropósito. Un espectáculo propio del mismísimo Pajares en sus buenos tiempos.
Pero lo más grave es que al confundirme con un terrorista, después de comprobar mi identidad y sus errores, no rectifica. Faltaba más: “Aquí sigo mandando yo” “Tú te callas o te detengo”, “¿Eres médico”?, “Te vas a enterar”, “Eres gallego, ¿verdad?” Y siguió con sus caprichos pueriles. “Desnúdate, capullo”.
Me desnudé, fui registrado y casi apaleado, actuando con una mala fe propia de otras épocas que todos queremos olvidar pero con sujetos como este será imposible. Sólo faltó que me apuntase con su arma y me rematase.
Le aseguro, D. Juan, que soy una víctima de los hechos. Cierto es que yo no me callo ante este tipo de abusos y me expreso siempre con claridad meridiana, sea quien sea mi interlocutor. Pero sé distinguir, perfectamente, el calificativo del insulto. Ese sujeto además de autoritario, soberbio y torpe no puede realizar un trabajo para el que no está preparado. Por supuesto es sólo mi opinión y así la expreso. Y para que se conozca la he denunciado en los medios a mi alcance para que alguien que no existe en este país investigue este tipo de abusos.
Ni yo ni nadie está en posesión de la verdad absoluta. Pero lo que uno no puede permitir es ese desproporcionado comportamiento puntual, supongo, o tal vez no, de sujetos como el aludido, sin consecuencias físicas probables pero sí morales.
¿Es que en España todo funciona mal? Me avergüenzo de ser español. No estoy cómodo en este país podrido de corrupción política y judicial.
En teoría estamos en el sur de Europa. Digo sólo en teoría. La realidad a mí me dice que este país, de momento, y de hecho, pertenece al África Septentrional. ¡Que pena y que vergüenza!
Sin otro particular, le saluda atentamente


Vigo, 29 de Julio de 2010
José Miguel Pérez Seijo

domingo, 1 de agosto de 2010

El chivato, los trileros y la loca

En un país a la deriva política, social y económica no es extraño encontrar “especies variopintas” en todo el espectro “electromagnético”.
Tenemos un necio en Moncloa (para mí elegido irregularmente) que no ha trabajado en su vida pero bien acomodado en la política. ¿Por qué? Pues porque en política, salvo contadísimas excepciones, están los más inútiles, sinvergüenzas y estúpidos de cada casa. Los que no sirven para otra cosa. Los inicuos, vagos, pollabobas, meapilas, etc. Y así nos va, claro. Y como lo que sobran son indocumentados, pues, hala Celta, tenemos 17 “comunidades autónomas”, auténticos monstruos burrocráticos, para sostener a toda esa mafia que crece como un tumor maligno en una sociedad adormecida o tal vez narcotizada por esa gentuza.
Es evidente que detrás de un Rodríguez Patatero no puede haber nada aprovechable.
Seguro que todo el mundo ha oído hablar de Juana la Loca, reina de Castilla, hija de los Reyes Católicos y que en un determinado momento de su vida empezó a dar muestras de su enajenación mental a tal punto que no intervino en el gobierno de su época.
En pleno siglo XXI se repite la historia con el agravante de que una tal Bibiana la loca si “gobierna” con lemas como “tarjeta roja para el maltratador” y… vía libre para el asesinato de SERES HUMANOS INOCENTES. Tócate los cojones.
También tenemos un gallego en Madrid que se hace pasar por “ministro de justicia” que se las trae. Pero ¿quién es este tipo para imponer a un médico que cometa un ASESINATO, practicando un aborto? Patético, deplorable, demencial…
Y la medalla de oro a la ineptitud yo se la entrego, sin condiciones, a un tal Alfredito Burralcaba, alias el organista, por sus “ extraordinarios méritos” que despliega por doquier.
Y con este pájaro también se repite la historia y también para peor. Este “sozialista”, sí con z de Zapatero y de naZi, se permite “lujos” como espiar, por su cuenta y riesgo, a la oposición, como ya lo hiciera un tal Narcís, el tonto, Serra, también sozialista. Este último dimitió por ello pero el pajarraco (y hablo siempre en términos políticos, porque ninguno de estos elementos está a otro nivel - bajo tierra-) ahí sigue, dale que te pego, leche. La penúltima fechoría de este desalmado fue detener, sin orden judicial, a una serie de gente que media hora más tarde tuvo que soltar por falta de pruebas. Gente de la oposición, claro, los colegas de partido, léase BONO, Chaves, Saíz, Bermejo etc. por ahí andan, despilfarrando y dilapidando para ponerse a vivir del prójimo ¡que son dos días! que luego vais a estar muertos mucho tiempo. Esta y no otra es la doctrina sozialista, repito con z de naZi. Lo que hizo una “persona”, de cuyo nombre no quiero acordarme, lo repite, primero una mona: F.G. y luego otra, ZP, apellidada Rodríguez. Siempre lo mismo. Me pregunto cómo puede haber tanto ciego entre la ciudadanía. ¿Estarán todos ellos comprados como el ínclito fiscalito Pumpido? ¿Y qué me dicen del Consejo General del Joder Puticial? Vergonzoso país tercermundista, más que bananero.
Y acabo con el chivato Burralcaba que vive de los éxitos de la policía francesa. Seguro que a su pesar. Es el colmo que este gitano se dedique a soplarles a los terroristas que se escapen antes de que los detenga. Pero, claro, cuando ya no hay ni una sola idea, vale todo y de un favor indecente y delictivo (¿dónde está el fiscalito?) deben de pensar que van a obtener alguna que otra prebenda de los terroristas como él (terrorista de estado). Dios los crea y ellos se juntan.
En fin, queda mucho que contar y muchísimo más por saber. Los progres sozialistas nos han llevado primero a la guerra civil, después a los tres millones de parados y ahora llegarán al doble si no los echamos a todos a patadas traseras y a la cárcel. ¿Quién da más?
Me despido con un escupitajo para los nazionalistas totalitarios catalanes, los más paletos de Catalonya. Dais asco, Carod (también tenías que llamarte José Luis) y Cía. Por mí os echaba ahora mismo de España, pero ¡ojo! después de devolver lo que nos habéis robado a todos los demás: gallegos, extremeños, andaluces,…
No lo dudéis, todo se acaba y también vosotros tenéis los días contados.
Los ciudadanos tenemos que ser el motor del cambio, demos un paso adelante, ya que la oposición ni a por uvas va, y pongamos fin a esta deriva esquizofrénica antes de que sea demasiado tarde.

Vigo, 1 de Agosto de 2010


José Miguel Pérez Seijo

Nota: Vigo es mi partido político y no te olvido, Caín. Te lo has ganado a pulso. ¿Qué pasa con las instalaciones deportivas del Ayuntamiento en la Etea? ¿Y la biblioteca del Estado? Y el Área Metropolitana de 28? La Ciudad de la Justicia, el AVE para 2012. Ni una, tío. Sigues donde siempre, en la inopia, y no aprendes, que es mucho peor. Eres una calamidad. La que te espera ni te lo imaginas. Ya se lo dije a Calviño. Soy como una lapa. Y además soy incansable. Ya lo comprobarás. Tendrás pesadillas. Bye, bye…