Me pregunto ¿de qué se reiría la
tonta Cristina antes de entrar y después de salir del juzgado de
Palma de Mallorca? Su comportamiento ha sido realmente patético e
indigno.
Cuando alguien es inocente de algo tan
grave como lo que se le imputa y nada tiene que esconder lo lógico
es prestarse a declarar ante el juez de manera voluntaria, lo antes
posible y no esperar a que te obliguen a hacerlo. Y digo alguien
pero no es el caso porque la hija del Rey es eso mismo, la infanta.
Pero, es evidente, que cuando se mira para otro lado será por algo.
Y es que cuando se ha caido tan bajo y encima te han pillado con
todas las manos en la masa, ¿qué vas a hacer? Pues el ridículo más
espantoso poniendo cara de tonta.
También es muy sospechosa la actitud
del fiscal al convertirse en abogado defensor de esta malcriada y de
los técnicos de Hacienda dando como buenas unas facturas simuladas
y, por lo tanto, completamente falsas. Es decir, que todo lo que se
le niega a la esposa del otro de los implicados ( y a cualquier
españolito de a pie) se le concede graciosamente a la hija tonta del
Rey. ¿Por qué será? Pues, sencillamente por ser quien es y porque
siempre hay dos varas de medir: una para los poderosos y otra para
los débiles.
Y mientras tanto Urmangarín, al que
nunca se le ha visto tan risueño como a la infanta, sigue en
libertad absoluta. Igualito que su socio.
¿Se estaría riendo
la infanta de todos los que le financiamos sus despreocupaciones e
ignorancias?¿Es que le ha caido alguna sanción por tener a gente
ilegal a su servicio durante años?
O acaso se estaría riendo del juez
Castro que ha osado imputarla en una causa tan fea como la
malversación de dinero público y la colaboración con estafadores
profesionales de alta alcurnia?
En cualquier caso un comportamiento
nada ejemplar que unido a los recientes y repetidos errores de su
padre dejan en muy mal lugar a la monarquía española.
El decrépito Rey parece una diligencia
de hace dos siglos. Si de verdad quisiera a este país debería dejar
de aferrarse como una lapa a un trono que ya le queda demasiado
grande y dejarle paso al Príncipe Felipe para que este, si tiene
pelotas, convoque a los españoles para decidir, de una puñetera
vez, en favor o en contra de la monarquía. Pero claro para ello hay
que ser demócrata (de verdad) y tener el valor suficiente (que uno
no se lo supone) para afrontar la situación porque siempre existe la
posibilidad de que el pueblo te mande para casa y se acabe el chollo
de los ocho millones de euros anuales a cuenta del contribuyente. ASÍ
CUALQUIERA.
Tampoco olvidemos que Franco además
de imponernos su dictadura durante cuarenta años también dejó
atada, por decreto, esta monarquía que ya se acerca a esa cifra. ¿No
estamos en una democracia aunque sea de pacotilla? Pues pregúntesele
al pueblo quién debe ser el Jefe del Estado. Claro está que el
actual de ejemplar, nada de nada. Y sin ejemplaridad nadie puede ser
inviolable, como dice la Constitución. Estas son cosas del pasado
que no pueden encajar en el presente. ASÍ QUE PONGÁMONOS AL DÍA.
Vigo, 12 de febrero de 2014 Fdo.: José Miguel Pérez Seijo
Vigo, 12 de febrero de 2014 Fdo.: José Miguel Pérez Seijo